Plagas, Veterinario

Orígenes de la avispa asiática en Europa

Velutina
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Era el año 2004 cuando al puerto de Burdeos, en Francia, arribaba un barco mercante procedente de Asia que traía a bordo un polizón indeseado: una reina fecundada de avispón asiático.

Bautizada por la ciencia como Vespa velutina ssp. nigrithorax, nuestra protagonista puso pie a tierra y comenzó a construir un pequeño nido en el que puso una docena de huevos en su interior. De ellos nacieron avispas obreras que cogieron el testigo de su madre y comenzaron a construir un nido mayor en lo alto de un árbol. Mientras la reina madre permanece dentro del nido, dedicando todas las horas del día a poner huevos para aumentar la familia, sus hijas obreras se dedican ampliar la “casa” y a llenar la despensa. Para ello buscan vorazmente insectos a los que cazar, principalmente abejas, y azúcares con los que obtener energía. No dudarán en comer toda la fruta que haya en cualquier árbol frutal.

Cuando la familia crece, la reina comienza a poner huevos de los que nacerán los zánganos o machos. Llegado el mes de septiembre las obreras alimentarán de forma especial algunas larvas hembras para que nazcan nuevas reinas. ¡Hasta 400 reinas nuevas nacerán al final del verano en los nidos grandes! Las reinas hijas salen del nido y buscan los zánganos con los que aparearse. Una vez fecundadas, comerán ansiosamente todo lo que puedan para engordar y acumular reservas y así, sobrevivir al invierno. Llegado el momento buscarán un refugio donde pasar los meses fríos y, protegidas bajo unas piedras o un árbol caído, invernarán hasta que las temperaturas aumenten. Cuando despiertan, vuelven a repetir el ciclo iniciado por su madre, y mientras ellas “duermen”, el resto de la colonia habrá muerto. El nido quedará abandonado y será destrozado por la lluvia, la nieve y el viento invernal.

Nuestra “polizón” no sobrevivió al primer invierno, pero sus hijas reinantes ampliaron el territorio de sus andanzas. Tras adentrarse en los Pirineos, fueron vistas por primera vez en España en el año 2010, campando a sus anchas por los montes vascos y navarros.

Las autoridades la consideran una especie exótica invasora y por ello está en “busca y captura”. El momento ideal para cazarla es durante la primavera, con la colocación de trampas selectivas que atrapen a las reinas que despiertan después del invierno. Esta es la mejor defensa que tenemos frente a su expansión.

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