Mayo es el mes de las flores por excelencia. De hecho, uno de los regalos estrella del pasado día de la madre, han sido las flores y plantas.
Es el momento de las begonias, geranios, guineas, petunias, surfinias o claveles entre otros. Mayo también es la época ideal para la plantación de hortensias, fuchsias y azaleas, a las que ya empieza a brotarles flor, y el momento de hacer el trasplante de todas aquellas plantas decorativas por sus hojas, como por ejemplo… las diefeffenbachia camila, los ficus o las aglaonema entre otras.
Si lo que queremos es sembrar, podemos hacerlo con los crisantemos, la caléndula, las petunias, tagetes y el resto de plantas de temporada.
Como tratamiento para nuestras plantas, flores o rosales, nos prepararemos para abonarlas con fertilizantes líquidos o de liberación controlada. Su acción se verá a lo largo de los siguientes meses y podemos mezclarlos con el riego. También hay que emplear abonos sólidos. Las plantas sino vegetan con gran rapidez y necesitan una gran cantidad de nutrientes de los que deben disponer.
Tampoco deben olvidarse, por otra parte, los correspondientes tratamientos fitosanitarios con insecticidas, acaricidas y fungicidas de forma preventiva para evitar futuras plagas. Estos productos deben aplicarse preferentemente a primeras horas del día.
Otras plagas como las de pulgones, orugas, caracoles o babosas también pueden aparecer con el aumento de las temperaturas. Hay que emplear los insecticidas correspondientes respetando los plazos de seguridad y no sobrepasar las dosis recomendadas por el fabricante.
Todo lo anterior es importante tenerlo en cuenta, pero además, lo que más debemos de vigilar es el riego. Es lo más importante, ya que es una época en la que el volumen de sustrato se ve más reducido y puede ocasionar deshidratación en nuestras plantas, que deberían de ser regadas más a menudo para compensar.
Por tanto, lo mejor es vigilarlo lo más a menudo posible que podamos, incluso a diario. Así nuestras flores y plantas estarán perfectamente cuidadas.