«En abril, aguas mil” es el refrán más oído este mes, pero lo que nos interesa de éste es que colabora en nuestro trabajo hortícola, en el que es quizás el mes más movido de la huerta.
Después de unos meses en los que hubo menos movimiento debido al frío, ahora se empiezan a retirar los últimos cultivos de invierno y se limpia y prepara la tierra para plantar nuestros nuevos cultivos, que serán muchos. Además de limpiar la tierra, también hay que abonarla para que adquiera todos los elementos que necesitarán nuestras verduras y hortalizas. Esta es una parte que no debe de olvidarse, pues cuanto mejor preparada esté la tierra, mejores cultivos nos saldrán de esta.
Lo ideal sería poder emplear un abono orgánico, pero en ocasiones tenemos carencias que hay que suplir con algún abono complementado químicamente que pueden favorecer la plantación de patatas o fabes, por ejemplo, que requieren complementos más específicos.
Los vegetales que ya podemos ir recolectando después de nuestro trabajo previo los meses anteriores serán las alcachofas, guisantes, ajos puerros, berzas, brócolis, cebolletas, coliflores, escarolas, espinacas, fabes de mayo, lechugas, rabanitos, repollos, hinojo y acelgas entre otros. Las acelgas y los repollos también podemos seguir plantándolos, pero es bueno conocer ya todos los vegetales de temporada que podemos ir recogiendo. Los puerros, por otra parte, también piden hueco en la tierra y es momento de prepararla para ellos.
En cuanto a semilleros podemos ir preparando berenjenas, brócoli, coles de Bruselas, coliflores, repollo, pimientos, tomates o perejil. El perejil se da todo el año, pero si aún no tienes, este es un buen momento para la siembra en semillero. También es un buen momento para recogerlo, junto a otras plantas aromáticas o culinarias como la menta, hierbabuena, la melisa o el orégano. Aunque es cierto que podemos dejarlas y utilizarlas a demanda estando así siempre frescas.
Hablando de siembra, pero en huerto, nos toca sembrar calabazas, calabacines, patatas, pepinos, rabanitos, remolachas, zanahorias y a finales de mes… fabes, frejoles y maíz.
El surtido como podemos ver es realmente amplio tanto en siembra, plantación o cosecha. La primavera trae más trabajo, pero también más resultados. En frutales y plantas también se notan todos estos cambios, mañana te lo contamos.